Las mujeres japonesas son conocidas por tener una piel impecable. Incluso las mujeres mayores suelen parecer tan viejas como sus hijas. Por eso es difícil determinar la edad de una mujer oriental.
El secreto, sin embargo, no está sólo en los orígenes. A diferencia de las occidentales, las japonesas saben desde muy pequeñas que deben cuidar su salud. Tan importante como elegir ropa bonita es preservar la belleza natural. Aquí tienes algunos trucos que puedes aprender de estas mujeres.
Índice de Contenido
1 - Food
Aunque todo el mundo sabe que una dieta equilibrada [1] contribuye a lucir bien, muchos todavía no la ponen en práctica. En el caso de las mujeres japonesas, una dieta equilibrada es una realidad.
En su plato siempre hay verduras, frutas y, principalmente, pescado, rico en Omega 3 y que evita los procesos inflamatorios que contribuyen al envejecimiento. Además, su dieta es baja en alimentos procesados y grasas saturadas.
Otro aspecto positivo proporcionado por esta alimentación de calidad es la longevidad. Las personas que siguen las reglas del Centro Nacional para la Salud Global [2], en Tokio, tienen 15% menos probabilidad de fallecer.
2 - Cleaning
Una de las costumbres japonesas que les ayuda a tener una piel bonita es la limpieza diaria. Aunque no se maquillen ni salgan de casa, las mujeres se lavan la cara al menos dos veces al día.
El hábito ayuda a prevenir la acumulación de suciedad y, en consecuencia, la aparición de puntos negros y espinillas.
3 - Massage
Otro truco que las japonesas utilizan desde hace tiempo es el masaje facial. El simple toque por todo el rostro mejora la circulación sanguínea, relaja la piel e incluso puede prevenir las líneas de expresión.
Lo interesante es que este masaje lo puede realizar la persona frente al espejo. Solo unos minutos al día de autocuidado son suficientes para darse cuenta a medio y largo plazo de lo beneficiosa que resulta la práctica.
Por supuesto, el toque diario en el rostro no disminuirá las arrugas existentes. Sin embargo, puede disminuir las posibilidades de que aparezcan nuevos o, al menos, disfrazarlos de forma natural, sin necesidad de cirugía plástica.
4 - Cosmetics
Aunque son expertas en diversos métodos naturales -dietas y masajes, por ejemplo-, las japonesas también utilizan cosméticos a diario. Sin embargo, son muy juiciosas en este asunto y casi nunca utilizan un producto sólo porque todas sus amigas lo usan.
En Brasil también es posible seguir esta costumbre. Primero, es importante investigar cuáles son las mejores opciones para su tipo de piel. Esto se puede hacer a través de Internet, así como buscar cosméticos disponibles. Las revistas populares de Avon [3] y otras marcas famosas tienen una versión digital, lo que facilita la vida diaria de los consumidores. En estos catálogos es posible consultar varios productos separados por las personas que puedan estar interesadas en ellos.
Además de investigar qué quieren utilizar, las empresas japonesas respetan el orden de uso de cada producto. Una crema facial, por ejemplo, solo se usa después de limpiar la piel. Es decir, siguen estrictamente un ritual para mantener la apariencia de la manera que quieren.
5 - Teas
El consumo de tés es bastante común en Japón y no en vano. La bebida caliente puede garantizar numerosos beneficios para la salud y el bienestar, incluida la apariencia.
El té verde, por ejemplo, tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Tanto que también se utiliza en mascarillas faciales. En el caso de la bebida, su consumo puede proteger al organismo de los radicales libres y evitar el envejecimiento prematuro.
A pesar de que Brasil está tan lejos de Japón, es posible aprender de esta cultura ancestral cómo cuidar tu propio cuerpo. Los buenos hábitos ayudan a la salud, aumentan el bienestar y aseguran una mejor apariencia de forma natural.
